Un año inolvidable de cómics y otras cosas…

Hace prácticamente un año que Viaje a Bizancio Ediciones se puso a andar con pie firme, desde la austeridad de la independencia y el coraje de abrirse paso a sajadas limpias en el mundo editorial de esta España de moño y castañuelas. La lucha denodada y el terrible peso de la responsabilidad sobre los hombros de un hombre es mucha, pero las satisfacciones hacen superar todas las adversidades de trabajo y de sueño que se nos han puesto por el camino porque en esto hay algo más de labrarse una reputación, coronas, chapas o palmadas en la espalda: este es el sueño de toda una vida, la de hacer una empresa que dependa toda de ti, desde la nada y echarla a andar como un monstruo, tal profesor Frankenstein.

Por el camino, y nuestro arranque a contratiempo, como tempo de jazz, salieron de De cómo te conocí, te amé y te odié, de nuestro querido y bien amado Gaspar Naranjo y un recopilatorio de miedo y terror psicológico que es Desde el abismo. De Gaspar sólo tengo gratitud, favor y amistad; darle las gracias por todo, por estar ahí cuando le necesité, por su comprensión en los momentos fáciles y difíciles, y sobre todo, me quedo por su gran corazón y por ser mejor amigo.

¿Nadie ha reparado en el blog de Gaspar Naranjo?

Del recopilatorio de Desde el abismo, pues me lo llevo todo: una publicación sufrida y sentida de la que me siento realmente orgulloso, sin apenas experiencia, tablas y malaleche, nos salió un engendro que me llevaré en el recuerdo como el sueño hecho realidad. Fue toda una tesis doctoral de coordinación, profesionalidad y trabajo a destajo editorial. Me hice mayor de repente. Les doy las gracias a todos los autores y compañeros de trabajo que participaron en esta obra, a todos, sin excepción. Pero tengo que darle la más sinceras gracias y reverencias a cuatro personas que participaron en Desde el abismo: Rubén, Juan Gargallo, Max y Pere Joan. Al primero, insigne bloguero y mejor persona, por ser el consejero editorial, mi «secretario» y mi paciente almohada de lloros y alegrías durante este tiempo y que dure muchos años. Te quiero un montón, tío, porque eres como eres y hasta el infinito y más allá… A Juan por su gran profesionalidad y gracias por hacerme más joven y siempre estar en la palestra cuando te necesité… A Max, porque, siendo el puto amo del cómic del mundo mundial, se acercó a un desconocido y me dio su lado más humano y su trabajo más profesional: su cariño y su abrazo. De Pere, su sorpresa y su afabilidad, por dar una lección a los más jóvenes de cómo una puta leyenda de la historieta, de la crítica literaria, de la ilustración, de la filosofía de andar por casa, de la fotografía, y demás cosas que desconozco y me da más rubor decir que silenciar, se me acerca como amigo sin más y charlamos. Gracias, Pere, por la felicitación  «navideña» que me llegó ayer a mis aposentos editoriales.

Luego vino la marcha por el desierto del Sinaí, de la realidad de las tiendas y los salones, y que todo es bonito pero no… Ya saben a lo que me refiero.

Y estaban los blogueros de pro que apoyaron y se acercaron a nuestro reguero: unos curiosos y otros por petición personal mía. Gracias por tu apoyo Álvaro y tu compañía en momentos puntuales; a Werewolfie, a quien le debo mucho y más y, además, una entrevista eterna que tengo apuntada y que será entregada a primeros de año, ¡lo juro!; a mi amigo y manso Ternin, por esas llamadas y venidas a mi despachillo en plan comando: de verdad que te quiero un montón, más de lo que te crees, aunque muchas veces no tenga tiempo de llamarte -me alegro por lo buen padre que eres y porque estés vendiendo la mierda marveliana de los cojones..-; a la gente de Trazos en el bloc, por esas referencias cruzadas y que por falta de tiempo y por falta de nombres, no he podido contestarles; a la gente de Entrecómics por su labor de difusión y a Toni Boix por esas llamadas intempestivas que soportó y aguantó. Gracias por todos y por los que se me olvidan pero que estuvieron ahí: Fer de MisComics, a Etrigan de El Cuarto Mundo, a el critiquitas y su constancia; a Octavio Beares, el fenecido señor Punch, que le tengo una minientrevista en ciernes; al que se despidió y nos dejó el corazón encogido, a Sergio el frutero: un abrazo y nos veremos por Barcelona; etc. Siento mucho los que se me olvidan en el tintero.

Y luego vinieron las demás publicaciones. Gracias a Alberto Vázquez por entregarme en bandeja de plata Alter ego, una obra que andaba buscando desde que era lector y que por aras del destino y el tesón, he terminado publicándola para leerla. Con Alter ego he conseguido mi publicación más enriquecedora como «editor total», por todo lo que ha sido, como fue y por lo que está haciendo como obra de arte: bueno, bonito y barato. Gracias Alberto.  Y después viene el sacrosanto, el mito y la leyenda, el poderse morir ya, el haber realizado un trabajo de época: el Álbum de Historietas Sevillanas de Andrés Martínez de León.

Albúm de Historietas Sevillanas es un antes y un después, señores. Gracias a Paco Cerrejón por todo el apoyo, la gran lucha y el partirse la cara con todo el mundo, gracias por toda la coordinación y el abrirme puertas en donde sólo estaba lo insondable y la burocracia, y gracias, sobre todo, por confiar en mí. Siempre te estaré agradecido. Señores, gracias a Veleta, a esa organización de Despeñaperros para abajo que ha luchado a destajo por mí y mi trabajo y no se me caen los anillos de nombrarlos y amarlos: gracias Alejandro, amores a Amalia, reverencias a Antonio, mamadas a Carlos Flores o Carlitos, ¡cojones! Y por supuesto, gracias, pero gracias a Alberto Marina, él sabe por qué, que en silencio ha estado siempre ahí y está acechando para sacar lo mejor de la cultura andaluza. Y también al omnipresente, al testaferro y al de humilde cara y ojos tristes, a Antonio Martín por darme su buen hacer y ofrecerse, como siempre. ¡Qué grande eres, don Antonio! Y finalmente, a los herederos de Martínez de León, por todo, por todo, por todo mundial, mare mía santísima, que se me escapa esa lagrimita y que ese encuentro en Expocómic fue ver a Martínez de León darme un abrazo. ¡Dios mío de mi arma y de mi corasón, lo má bonito der mundo lo que pasó por la capitá! De verdad, gracias por la gran generosidad.

Y para terminar y como colofón, gracias a Fco. Javier Pérez, el coordinador de Factory Clatter y por saber engañarme a tiempo y sacar su libro Antifuente y montarnos en la aventura de la publicación de libros de Literatura de Ciencia Ficción y Terror. Dios, qué bonito con lo feo que eres y gracias por todo el apoyo, tu fe ciega, tu honradez, tu profesionalidad, tu bien hacer y mayor compostura, pero me quedo por lo gran amigo que eres y lo trabajador y lo buen corazón que palpita en tu pecho de vodka con gasolina.

Blog de Fco. Javier Pérez

Gracias a Javier Esteban, por lo inocente y su talento literario, por lo que nos queda por descubrir y por lo buena persona que eres. Aquí tienen a un literato olvidado y defenestrado por editoriales porque es tan bueno y con tal calidad literaria que no cabe en un mercado tan obtuso: señores, porque hace microrrelatos de cienciaficción.

Gracias a Ernesto Rodríguez, por ser grande entre los grandes de su promoción perdida en no sé qué mundo y ser un «nacional»; a Sergio Parra, a un nuevo amigo que se ha embarcado un una noble causa y que ciego me emocinó ayer por la tarde y que tenemos un camino por andar y por descubrir; a Ana Galvañ, a Oriol Roca, ellos saben por qué. Y también a Pejac, Javier Aranda y demás autores que se me quedan por el camino.

No puedo dejar de lado a ciertas personas que están por ahí y que siempre han oído mis palabras: Fernando Vicente (gracias por acordarte siempre de mí y más, en estas navidades: recibí tu felicitación); a Joseba Basalo, porque es el editor más profesional del cómic español; a Jordi Bayarri porque siempre me estás demostrando cosas (un saludo a tu esposa que sufre, padece y disfruta en la trastienda), a Jesús Huguet por lo que es y lo que vendrá; y gracias a toda la troupe al completo de Aleta Ediciones que me acogieron en la soledad más absoluta cuando más lo necesitaba. Os quiero mucho.

Disculpar a todos los que se me olvidáis, pero una va cansado y con muchas letras escritas y se olvida, se va olvidando momentos, caras y fechas.

Y señores, mañana, más, o pasado, que mañana en día 1 de enero de 2009… La Hostia…

Y a ustedes, los lectores, a los que nunca se les escucha: muchas gracias por estar ahí y apoyar esta empresa. No decaigáis, que habrá más…

PD: Ah, gracias a Ágreda por conocerte tan tarde y ser tan sencillo y afable; a Sebas Martín que siempre ha estado ahí y siempre con calidez y buenas palabras (tenemos algo pendiente); a Manuel Barrero por conocerte a destiempo pero con buena letra; a Rafa Marín por lo bestia de su presencia y su llaneza en el trato; a Carlos Pacheco por acordarse de mí y hablar de vez en cuando y ser el puto amo de los superhéroes después de 15 años y seguir con ese nivel y NINGÚN RECONOCIMIENTO FUNDACIONAL (¡Manda güevos!)…

Posposdtada: especial mención a nuestro amigo Paco, nuesto mulo de carga y mejor amigo, el que está siempre a mi lado y entre las sombras.

Posposposdtada: ¡Hostias, se me olvidaba! Ernesto, gracias  también y enhorabuena por el año que ha pasado que nunca lo vas a olvidar, pues eres «nacional», ya sabes. Y abrazo de padre al dúo ochentero de El Canibalibro por lo cojonudos que sois y hacerme pasar un rato desternillante en el Expocómic. No sé cómo se me habían olvidado…

Álbúm de Historietas de Sevillanas en prensa…

Os pongo es siguiente link aparecido en el Diario de Sevilla. El firmante es Blas Fernández, y sin conocerlo, le doy mi enhorabuena por su gran artículo.

Pinchar, para verlo y degustarlo, aquí.